Descripción

ILUSTRACIÓN CON FRASE MOTIVADORA

Qué difícil es aceptar nuestra sombra. Esa parte de nosotras más inconsciente, desconocida, más oculta… que nos cuesta ver y más aún integrar. Pero que también es nuestra y nos complementa.

En este plano en el que todo es dual, como es arriba es abajo y donde hay luz tiene que haber oscuridad. Es parte de nuestro propio ser, de nuestra existencia.

Y cuanto antes lo aceptemos y nos pongamos manos a la obra para incorporarla, antes nos sentiremos completas y será más «fácil» ser quienes somos. O encontrar nuestro tesoro interior, como decía Carl G. Jung.

Crecimiento espiritual

Nuestra sombra está formada por un cúmulo de emociones que hemos ido desarrollando (pero reprimiendo) como mecanismo de defensa para calmar las heridas de nuestra niña interior.

Es ese Yo donde nuestro Ego esconde y reprime miedos, vergüenzas, rechazos, incomprensión… Emociones socialmente inaceptadas, mal vistas, juzgadas y que nos cuesta reconocer en nosotras. Aunque las tengamos. Porque todas las tenemos. Cada cual las suyas.

Pararnos a observar nuestro interior, analizar qué nos pasa y dónde está el origen de esas emociones, nos dará la clave para poder comenzar a integrar esa parte de sombra que vive en nosotras. Y, como te contaba en El baile y la sombra, sacarla a bailar.

Una forma bastante interesante de comenzar con este trabajo es observar qué comportamientos de otras personas nos molestan y cómo reaccionamos a ellos.

Porque el universo es un espejo y nos proyecta a nosotras mismas en esos momentos. Sí, lo que vemos que tanto nos saca de quicio, suele ser una proyección de nuestra sombra en otras personas.

Y es muy importante que lo veamos y lo entendamos. Y dejemos de esconderlo para aceptarnos, perdonarnos y permitirnos brillar. Porque hasta que no integremos esa parte (que también es nuestra), no podremos sacar toda la luz que llevamos dentro.

«La luz necesita oscuridad para brillar».

Carl G. Jung

Si la noche no fuera totalmente negra, no podríamos ver todo el brillo de las estrellas. Así que vamos a empezar a permitirnos ser. Ponte esta lámina bien cerca, donde puedas verla y leer esta frase tan motivadora a diario. Esta ilustración te va a dar ese empujoncito que necesitas para comenzar a andar por este camino de empoderamiento y sanación.