ILUSTRACIÓN CULPA
Nos gusta decorar nuestros espacios más íntimos de obras que nos emocionen, que nos hagan vibrar y nos despierten una sonrisa o nos encojan el alma.
La colección Estados del alma son una serie de ilustraciones digitales inspiradas en emociones profundas. Emociones de las que hablamos poco, o nada.
¿No te parece que cada vez hablamos menos de lo que nos pasa y más de lo que «se supone» que debería pasarnos?
Culpa
Dicen en psicología que la culpa es una herramienta de nuestro cerebro para equilibrar nuestras conductas sociales. La culpa nos ayuda a revisar nuestros comportamientos para reparar el daño que hacemos a otras personas.
Pero claro ¿qué ocurre cuando nos sentimos culpables constantemente por todo?
Pues que nos sentimos fatal, intentamos que ese sentimiento desaparezca y muchas veces, en lugar de reconocerlo y obtener la máxima información de él, solemos proyectarlo en conductas poco saludables para nosotras.
Todas las personas necesitamos el sentimiento de culpa, pero nadie necesita sentirse culpable.
-Friedrich Nietzsche-
El problema de la culpa es que está directamente con nuestros valores y principios y cuando nuestro comportamiento se aleja de ese ideal de persona que hemos construido en nuestra cabeza, nos castigamos por ello. Es como si sintiésemos que nos defraudamos a nosotras mismas.
Y a veces nos sentimos así con demasiada frecuencia porque la mayoría de nuestros valores, no los hemos decidido nosotras, sino una sociedad manipuladora y machista. Dominada históricamente por la iglesia católica.
La culpa cristiana
Al igual que el miedo es la herramienta de control preferida por parte del patriarcado, la culpa ha sido siempre el mecanismo de control por parte de la Iglesia. Y ambas emociones se han usado (y se usan) continuamente para mantener un «equilbrio» de la masa social.
La Iglesia ha usado el sentimiento de culpa como estandarte para inventar el pecado. Ha construido una moral ideal que nos han estado inoculando desde hace miles de años como sociedad y que a día de hoy, en muchas ocasiones, es la responsable de nuestros estados emocionales en desequilibrio, liderados por la culpa.
Somos unas pecadoras.
Pero somos mucho más que eso. Y por encima de esa moral preestablecida, está nuestra ética personal y creo que un ejercicio bastante interesante para enfrentarnos a la culpa, sería empezar por ir detectando cuál es el origen de ese sentimiento. Si es nuestro o aprendido de un entorno tóxico, manipulador y misógino.
Y todo esto, resumido, ha sido lo que he intentado plasmar en esta ilustración de culpa. Llevamos ese cuervo siempre pegado en el hombro, y dudo mucho que consigamos desprendernos de él, pero somos conscientes que es un cuervo manipulador.
Somos conscientes. Y eso es muy importante. Lo reconocemos y conseguiremos que cada vez, nos importe menos.
Envío gratis
desde 60 €
Hecho a mano
con mucho amor
Respetuoso
con el medio ambiente
Información adicional
- Lámina impresa sobre papel de acuarela de alta calidad en tamaño A4 (21 x 29,7cm), con textura de grano fino de 310 gr libre de ácido y firmada a mano. Para tamaño A3, la impresión se realiza en papel de cartulina sin textura. Para tamaño 50×70, la impresión se realiza en papel de póster satinado.
- Las imágenes son orientativas y la tonalidad de los colores puede variar ligeramente en el producto recibido
- Los marcos no están incluidos
- Envíos gratis a partir de 60 eur para España y a partir de 95 eur para el resto del mundo.
Láminas que también te pueden interesar...
También te recomendamos…
-
El grito
5.00 de 520€ Seleccionar opciones Este producto tiene múltiples variantes. Las opciones se pueden elegir en la página de producto -
Soberbia
0 de 515€ Añadir al carrito -
Retrato personalizado
5.00 de 5Desde: 115€ Seleccionar opciones Este producto tiene múltiples variantes. Las opciones se pueden elegir en la página de producto
Culpa
Ilustración digital de chica con cuervo, inspirada en emociones. Culpa.
—
Serie Estados depresivos del alma: Culpa.
15€
Cuéntalo:
Opiniones de clientas
Descripción
ILUSTRACIÓN CULPA
Nos gusta decorar nuestros espacios más íntimos de obras que nos emocionen, que nos hagan vibrar y nos despierten una sonrisa o nos encojan el alma.
La colección Estados del alma son una serie de ilustraciones digitales inspiradas en emociones profundas. Emociones de las que hablamos poco, o nada.
¿No te parece que cada vez hablamos menos de lo que nos pasa y más de lo que «se supone» que debería pasarnos?
Culpa
Dicen en psicología que la culpa es una herramienta de nuestro cerebro para equilibrar nuestras conductas sociales. La culpa nos ayuda a revisar nuestros comportamientos para reparar el daño que hacemos a otras personas.
Pero claro ¿qué ocurre cuando nos sentimos culpables constantemente por todo?
Pues que nos sentimos fatal, intentamos que ese sentimiento desaparezca y muchas veces, en lugar de reconocerlo y obtener la máxima información de él, solemos proyectarlo en conductas poco saludables para nosotras.
Todas las personas necesitamos el sentimiento de culpa, pero nadie necesita sentirse culpable.
-Friedrich Nietzsche-
El problema de la culpa es que está directamente con nuestros valores y principios y cuando nuestro comportamiento se aleja de ese ideal de persona que hemos construido en nuestra cabeza, nos castigamos por ello. Es como si sintiésemos que nos defraudamos a nosotras mismas.
Y a veces nos sentimos así con demasiada frecuencia porque la mayoría de nuestros valores, no los hemos decidido nosotras, sino una sociedad manipuladora y machista. Dominada históricamente por la iglesia católica.
La culpa cristiana
Al igual que el miedo es la herramienta de control preferida por parte del patriarcado, la culpa ha sido siempre el mecanismo de control por parte de la Iglesia. Y ambas emociones se han usado (y se usan) continuamente para mantener un «equilbrio» de la masa social.
La Iglesia ha usado el sentimiento de culpa como estandarte para inventar el pecado. Ha construido una moral ideal que nos han estado inoculando desde hace miles de años como sociedad y que a día de hoy, en muchas ocasiones, es la responsable de nuestros estados emocionales en desequilibrio, liderados por la culpa.
Somos unas pecadoras.
Pero somos mucho más que eso. Y por encima de esa moral preestablecida, está nuestra ética personal y creo que un ejercicio bastante interesante para enfrentarnos a la culpa, sería empezar por ir detectando cuál es el origen de ese sentimiento. Si es nuestro o aprendido de un entorno tóxico, manipulador y misógino.
Y todo esto, resumido, ha sido lo que he intentado plasmar en esta ilustración de culpa. Llevamos ese cuervo siempre pegado en el hombro, y dudo mucho que consigamos desprendernos de él, pero somos conscientes que es un cuervo manipulador.
Somos conscientes. Y eso es muy importante. Lo reconocemos y conseguiremos que cada vez, nos importe menos.
Información adicional
Tamaño | A4 (21×29,7cm) |
---|
Quiero recibir ideas inspiradoras y mi XXXXXXXXXX de regalo
Otras ilustraciones
Productos relacionados
-
Diosa de la tierra
0 de 515€ Añadir al carrito -
Símbolo feminista morado
0 de 512€ Seleccionar opciones Este producto tiene múltiples variantes. Las opciones se pueden elegir en la página de producto -
Lujuria
0 de 515€ Añadir al carrito
Valoraciones
No hay valoraciones aún.